miércoles, 25 de diciembre de 2013

Cine-crítica: La cabaña en el bosque

Miércoles, 25 de diciembre de 2013


“Estreno”

Gozosa caja de sorpresas con horror, fantasía y humor


LA CABAÑA EN EL BOSQUE 

(2012) USA
The Cabin in the Woods
Director: Drew Goddard (105 min.)


      Desde finales de los 90, ha surgido una generación de productores, directores y guionistas vinculados al género fantástico provenientes de la televisión que han tomado protagonismo recientemente en el cine. Los Joss Whedon, Damon Lindelof, J.J. Abrams, Alex Kurtzman, Roberto Orci y el propio Goddard son nombres que han estado vinculados a series como Buffy, cazavampiros (1997-2003), Angel (1999-2004), Alias (2001-2006), Perdidos (2004-2010) o Fringe (2008-2013), y que con su trasvase al cine han revitalizado el género en la gran pantalla con importantes proyectos. En el caso concreto de Drew Goddard (1975), su trabajo en estos últimos años ha estado centrado en la escritura de guiones para películas como Monstruoso (Matt Reeves, 2008), la presente La cabaña en el bosque y la adaptación de la reciente Guerra mundial Z (Marc Forster, 2013).

     La acción de La cabaña en el bosque se centra en cinco universitarios que se dirigen en una caravana a pasar un fin de semana en una aislada cabaña de un bosque, sin ningún tipo de comunicación con el exterior ni ser conocedores de que están siendo observados. Una vez en ella, en su sótano encontrarán una inquietante colección de diarios y objetos personales de antiguos habitantes e invocarán inconscientemente a sus seres del más allá, comenzando entonces una lucha de los cinco jóvenes por sobrevivir en un entorno de pesadilla.

     Esta película es de las que se hace difícilmente explicable en unas pocas líneas por su vasto contenido, sus múltiples capas. Es de una riqueza argumental y de contextos muy poco frecuente en el cine reciente, y sería un grave error el etiquetarla exclusivamente como una película de terror. Es mucho más que eso. Es cierto que La cabaña en el bosque se nutre de clásicos como La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974) o Evil Dead (Sam Raimi, 1981), pero también contiene elementos de Scream (Wes Craven, 1996) y por supuesto la temática argumental de El show de Truman (Peter Weir, 1998).

     Se puede hablar de La cabaña en el bosque como una historia con dos líneas argumentales paralelas. Por un lado la “organización” la cual es una especie de gran laboratorio en el que sus trabajadores se dedican a trabajar de forma intensiva, y por otro los cincos jóvenes amigos universitarios que buscan el aislamiento durante el fin de semana en la cabaña para pasárselo bien. Lo que en un principio parece un slasher más, pronto se expande como una gozosa caja de sorpresas a modo de matrioskas rusas con innumerables trampas, pequeños grandes secretos y piruetas argumentales que la convierten en un auténtico disfrute del cine de género ampliando el espectro fantástico con la aparición de todo tipo de criaturas, y todo ello sazonado con grandes dosis de humor cargadas de mucha mala leche que potencian el resultado final.

         Los actores cumplen bien su papel, Kristen Connolly protagoniza a la joven Dana, además de contar con algunos secundarios de lujo como Richard Jenkins, Bradley Whitford, o Fran Kranz interpretando al delirante fumeta. Además se nos reserva una sorprendente aparición final personificando al director de ese gran mecanismo diabólico que es un gran guiño (otro más) al género.

     La cabaña en el bosque es una virguería fílmica con personalidad propia, un buen ejemplo de cine en el siglo XXI con capacidad para desconcertar mostrando todavía caminos por  explorar, una inesperada y agradable sorpresa que ha obrado el debutante en la dirección Drew Goddard gracias a un brillante guión coescrito por Joss Whedon y el propio realizador. El tiempo pone las cosas en su sitio pero este film tiene visos de ser un futuro título de culto para el cine fantástico y consigue lo que pretende, sorprender, algo a lo que películas pretendidamente rompedoras ni se acercan. Todo un logro. (8/10)


     Fernando Rodríguez

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